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¿Cómo actuar con una persona con demencia?

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Las personas mayores son consumidores habituales de comercios. En muchos casos, enfrentan dificultades relacionadas con la movilidad, la audición, la visión o incluso problemas cognitivos y demencia. Esto demanda que los diferentes establecimientos y su personal se ajusten a estas necesidades, ofreciendo una atención personalizada y convirtiéndose en lugares amigables y solidarios para quienes sufren demencia.

¿Qué situaciones pueden producirse?

  • Desconocen por qué están allí.
  • No recuerdan cómo han llegado.
  • No saben qué es lo que iban a comprar.
  • Se sientes solos y desconcertados sin atreverse a preguntar.
  • No recuerdan cómo hacer el pago de la compra.
  • No saben si han venidos solos o están con alguien.
  • Vuelven de forma repetida a comprar los mismos productos.
  • No recuerdan que hay que coger el turno para que les atiendan.
  • Intentan pedir un producto ofreciendo vagas indicaciones al no recordar su nombre.

 

Pautas para detectar si la persona necesita ayuda

  • Si la persona tiene dificultades para comunicarse, ten paciencia y dale su tiempo para que no se ponga nerviosa.
  • Si la persona sabe qué quiere comprar, pero le cuesta expresarse, ayúdale ofreciéndole productos habituales de compra, de esa manera será más fácil que recuerde qué necesitaba.
  • En el caso de que en el momento del pago con dinero en efectivo muestre algún problema en el reconocimiento de la moneda, ayúdale a realizar el pago y acuérdate de darle el recibo de la compra.
  • Es posible que la persona quiera comprar, pero no recuerde que debe guardar el turno tanto para comprar como para pagar, házselo saber con cariño.
  • Si es posible, acompáñale en todo el proceso de la compra, si no pudiera ser, ofrécele un lugar seguro hasta que pueda atenderlo.

 

¿Cómo podemos actuar si está desorientada?

  • Si la persona se muestra desorientada, es el momento de contactar con la familia si es posible, o con los cuerpos de seguridad.
  • Si la persona realiza compras repetitivas, recuérdale que ya ha hecho la compra e incluso comunícaselo a la familia si es conocida.
  • Preséntate de forma educada y pregúntale si le puedes ayudar en alguna cosa.
  • Háblale de forma suave y tranquilizadora, adapta el discurso a la persona. Si ves que no te entiende utiliza frases más cortas y sencillas.
  • Evita la confrontación, discutir no ayudará a resolver el problema. Si ves que no te comprende o que está nervioso avisa a la familia, si la conoces, en caso contrario avisa a la policía.
  • No utilices un tono infantilizado ni paternalista, podría sentirse humillada.
  • Adapta el discurso, siempre desde el respeto.
  • No utilices frases negativas, es mejor comunicarse en positivo.
  • En algunas ocasiones, la propia desorientación y nerviosismo pueden producir cierta agresividad, intenta mantener la calma, déjale espacio para desahogarse e intenta distraerle cambiando de tema: puedes preguntarle donde nació, explicarle alguna cosa animada

Más información:
www.ceafa.es/entornos-amigables

AFA